¿PUEDO DESHACERME DE MIS SOCIOS ACTUALES?
TE DECIMOS
Cuando tienes socios y firmas un acta constitutiva es como si te estuvieras casando por 99 años o de manera indefinida. ¿Quieres saber cuándo y por qué podrías romper una sociedad mercantil, civil o profesional? Veamos.
Mis amigos empresarios que ya dieron el paso al matrimonio civil o religioso me cuentan perfectamente la analogía anterior y es que casarse es sujetarse a una voluntad distinta a la tuya con el fin de edificar juntos una familia, un hogar o un lecho compartido; bueno, pues en el caso de la empresa es colaborar juntos para lograr un objetivo de negocio en común.
Todo suena bien al crear y formalizar la empresa, parece exacto, se ve espectacular y se siente excelente, de hecho lo es, es todo una aventura conformar y trabajar para tu propio negocio, hasta que comienzan a aparecer los inevitables desacuerdos. Nada es completamente color de rosa… ¡Nada! Y ya estoy hablando de las sociedades y organizaciones, ¡eh!
Entonces, ¿qué se dede hacer cuándo los primeros choques ya se han vuelto recurrentes y lo que antes eran acuerdos hoy son infinitas peleas por el capital, las decisiones, los clientes y por casi todo?
Observa la siguiente lista de los pasos a dar, para los casos donde todavía podría haber remedio en salvar tu sociedad:
- Organizar una reunión formal y allí recordar y leer, frente a todos los socios, los estatutos, deberes y objeto de la sociedad. Lo que cada uno se comprometió a hacer. Un ejercicio de esta naturaleza hace rememorar no sólo los buenos tiempos, sino los mejores negocios cuando todos trabajaban al unísono.
- En esa o en otra junta, releer la funciones de cada socio para renovar votos. Saber lo que nos tocó y nos toca hacer, y no más, nos recuerda para que nos asociamos.
- Rememorar, con una copa en mano, los tiempos cuando juntos soñaron la edificación del negocio. Desde la concepción de la idea hasta la firma ante el Notario.
- Ofrecer nuevas posesiones accionarias y/o mayor participación social en la masa del capital. Sobre todo cuando el socio valora el dinero y siente que se ha quedado muy por debajo en las compensaciones monetarias por capital (no todos son así, cuidado con aumentar posesión y posición cuando no te lo piden).
- Escuchar los profundos sentires del socio o socios, así como oír sus propuestas de mejora, quizá se sientan abstraídos y relegados en la toma de decisiones de la empresa. La empresa también es suya, no lo olvides. Ésta es una de las razones más comunes por las cuales un socio se empieza a alejar y por ende es un gran remedio escuchar y ejecutar sus ideas (cuando por supuesto son atendibles y aplicables).
- Por el contrario, hay que poner un alto a sus amplias ambiciones (cuando notes que las empieza a tener), sin aspavientos ni reclamos, dejándoles en claro que la empresa no es sólo suya, sino de todos.
Cuando no todo está perdido intenta aplicar las acciones anteriores. Dejar ir a un socio no es cosa sencilla máxime si sabe hacer negocios, comparte responsabilidad, pone capital y ha sido derecho. Nunca es mala idea tratar de recuperar la sociedad.
Ahora bien, lee y asume el listado siguiente para los casos donde ya no hay vuelta de hoja y debe deshacerse la sociedad:
- Convocar a los socios y presentar la propuesta de disolver la sociedad. Obviamente presentando las diversas razones.
- Presentar la propuesta de retirar a un socio en particular por las razones que lo justifiquen. Así, directo, sin cortapisas ni jueguitos de grilla.
- Reunir a los socios y notificar tu propia salida (puedes ser tú quién ya no quiera formar parte de la sociedad y eso no está mal).
En los casos anteriores haz lo siguiente cuando sea aplicable:
- Firmar todo documento donde se expresa el acuerdo tácito de terminar la sociedad.
- Acudir, cuando lo amerite la importancia del caso, al Notario y signar los acuerdos que se tomen.
- Presentar denuncias civiles o penales para cerrar el paso, legalmente hablando, a todo intento de abuso. Sólo en casos extremos y con fraudes, amenazas o cohechos.
- Devolverle sus bienes al socio junto con su aviso de salida, en tanto no sean estratégicos, para evitar los venideros pleitos que muchas veces se vuelven personales. En su caso, piensa en pagarle por sus aportaciones ( no es mala idea y sería justo).
Cuando lo anterior ocurra, te aconsejo acudir a toda reunión con un Consultor de Negocios, o bien, con un Contador o un Abogado. Nunca solo. Y además reunir pruebas, tener copias y, sobre todo, tener sólidos argumentos los cuales te brindarán la seguridad y resolución necesaria para formular escritos tácitos y así afrontar todo asunto, posible reclamo y contra ataques.
Las causas que te hacen tomar la decisión de deshacerte de los Socios son o pueden ser las siguientes:
- Falta de trabajo parejo. La yunta sólo jala cuando los bueyes son del mismo pelo (nunca lo olvides).
- Falta de responsabilidad y disciplina (jamás trabajes con otros cuando parezca que lo haces para los otros).
- Displicencia (no tan grave como la indiferencia, pero si merma toda la iniciativa que un socio pueda llegar a tener, dado que observa su esfuerzo y pocas veces el de los demás).
- Falta de clientes, ventas y ganancias (sin retribución económica, no hay que perder el tiempo; aunque en empresa, tampoco hay que desesperarse).
- Mejores oportunidades en otras empresas y actividades profesionales.
- Un fraude.
- Un abuso de confianza.
- Se te acabó el gusto por formar parte de la sociedad.
Triste sí, necesario, también. Nunca estés con alguien que ya no avanza a tu ritmo, que no trabaja, que sólo extrae tu talento, quita ganancias y que brilla por su ausencia. Hay tantas personas y empresas en el mundo como para que sigas perdiendo tu tiempo con alguien y en algo que ya no funciona.
Muchas veces trabajar solo es mejor. Muchas. Y otras, cambiar de aires y tener socios compatibles y complementarios es la solución. Así que no te desanimes, tu camino empresarial NO termina por concluir una sociedad. Yo ya voy en la 5ª empresa formal y estoy muy contento, aprendo todos los días de mis socios y gano dinero. De eso se trata, no lo olvides.
Desde aquí honro a todas las personas quienes me han permitido ser su Socio y que por diversas situaciones ya no lo somos, y mi admiración total a quienes todavía aguantan a este hombre con quien todos los días hacen negocios y pasan tormentos, jejejejeje.
Escríbeme a carlos.flores@direccionempresarial.com.mx y desde allí nos seguimos comunicando. Te deseo felices y productivos negocios, y por favor: ¡nunca dejes de tomar acciones que te hagan trascender!
Artículo de #MartesDeEmpresa No. 213
Escrito en: Desierto de los Leones, Ciudad de México, México.
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*Empresario, profesor universitario y consultor organizacional. Político en mis ratos libres.
Es dueño inversionista y catedrático, desde 2015, en el Centro Empresarial TDE-Talentum (CETT), escuela de negocios y formación directiva; es consultor de emprendimiento y finanzas para INNOVA UNAM y en TDE®; es consultor líder en administración para distintos gobiernos y fiscalías en el I-GOB y USAID; escribe libros de administración y negocios; ha sido catedrático en la UNAM y UNILA. Su palabra y estilo favoritos: TRASCENDER!!!